Quién no ha visto en alguna ocasión a un niño/a jugando a ser médico, preocupándose por un amigo que ha sufrido un accidente, queriendo ser útil y ayudar a curar a alguien.
Ellos se entusiasman aprendiendo, para después, con sus manitas, salvar vidas.
Numerosos estudios inciden en la importancia que tiene para una víctima, que los primeros “intervinientes” sepan prestar correctamente los primeros auxilios hasta la llegada de los servicios de emergencias profesionales.
Según las últimas recomendaciones del 2015 de la ERC La cadena de la supervivencia se amplió a la fórmula de la supervivencia porque se advirtió que el objetivo de salvar más vidas depende no solamente de una ciencia sólida y de alta calidad sino también de la formación efectiva de personas legas y profesionales sanitarios.
¿A quién formar y cómo formar? El soporte vital básico (SVB) es la piedra angular de la resucitación y está bien establecido que la RCP por testigos es crucial para la supervivencia de las paradas cardiacas extrahospitalarias.
Existe evidencia de que la formación en SVB de personas legas es efectiva para incrementar el número de personas que están dispuestas a realizar RCPB en una situación real.
En el caso de nuestros pequeños/as, lo importante es que puedan identificar una situación de emergencias y alertar. Nuestros/as jóvenes, aparte son perfectamente capaces, con la formación adecuada, de comenzar una RCPB hasta la llegada de los servicios de emergencias.
Dar a la población en general y a los primeros actuantes, los conocimientos más elementales para poder ofrecer una ayuda eficaz a los lactantes y niños que han sufrido una situación de emergencia, ya sea por accidente o por enfermedad.
Las charlas de Primeros Auxilios van destinadas a niños/as de entre 5 y 16 años
A un grupo de entre 20 y 25 alumnos.
Capacitar al alumno en el dominio práctico básico de las técnicas y habilidades del SVB.
Formadores/as de Primeros Auxilios y DEA.
Es muy importante despertar el interés del alumnado, sobre todo, en éstas edades tan tempranas, en cuanto al contenido teórico, para ello utilizaremos recursos didácticos y dinámicos y realizaremos prácticas imprescindibles para la adquisición de los contenidos.
En cuanto al contenido práctico, los alumnos se formarán de forma dinámica y estructurada, para la adquisición de dichos contenidos.