Cavadas recontruye la columna y la pelvis de un niño tetraplégico.
- On noviembre 22, 2019
Noticias como esta, hacen que nos reiteramos aún más si cabe, en la importancia que tiene ante en una situación de emergencia, que prevalezca la vida ante la función.
Con solo 9 años, el guatemalteco Wilmer Arias quedó tetrapléjico tras recibir el impacto de una bala perdida en el monte, presumiblemente de algún cazador de la zona.Su familia se dedicaba a la agricultura y acostumbraba a jugar en los alrededores. Eso le hizo estar dos meses y medio en coma y, al no moverse durante ese tiempo, le salieron varias úlceras. Todas cerraron menos la del sacro, “que se complicó”.
Hoy tiene 28 años y una infección compleja en la unión entre la columna vertebral y la pelvis le ha obligado a permanecer en cama durante años. Hasta que se ha puesto en manos del doctor valenciano Pedro Cavadas; ahora va en silla de ruedas porque ya puede volver a estar sentado y “seguir con su vida”.
En 2015 le dijeron que tenía que dejar trabajo y estudios y se pasó casi dos años tumbado y con dolores. Quedó desnutrido y con neumonía y la Fundación Pequeños Hermanos le ayudó a retomar su vida y proseguir sus estudios. Pero seguía con dolores y le aseguraron que no tenía posibilidad de operarse ni en su país ni en Estados Unidos. No perdió la esperanza, así que “no hizo ni caso” y una enfermera española le habló de Cavadas, quien dijo: “Esto está chupado”. Ahora puede sentarse sin dolor alguno, pero estaba en “una situación de riesgo vital porque podía sufrir una meningitis y morir”.
Wilmer llegó al Hospital de Manises el pasado mes de marzo para someterse a dos operaciones que no podían realizarse en Guatemala. Fue posible gracias al programa de responsabilidad social corporativa del centro con la Fundación Cavadas para “ayudar a personas que necesitan actuaciones de gran complejidad quirúrgica”.
“Por la úlcera se salía la columna vertebral”
Después de dos operaciones, la segunda con una duración de ocho horas, el tratamiento ha evolucionado de manera excelente, Wilmer ya es capaz de estar sentado y volverá en los próximos días a su país para seguir con su vida.
“Siempre tengo cosas en mente. El problema no es el problema, sino tu actitud hacia el problema”
El doctor ha destacado que Wilmer ha sido “muy buen paciente” y es “un tío duro como una piedra”. “No me rendí porque tenía ganas de seguir viviendo”, ha afirmado el joven, que ha exhibido una gran alegría y optimismo ante los periodistas. Ha reconocido que antes de “confiar” en el cirujano valenciano le “investigó”.
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